1.- Tratamiento: Existen numerosos tratamientos que se venden en Medina, shampoos, lociones...etc.
2.- Liendrera: Una vez se ha utilizado el tratamiento elegido hay que utilizar los peines específicos conocidos como liendreras con púas pequeñas y muy juntas que arrastran los huevos, las larvas y los piojos. Es un trabajo minucioso que hay que hacer con paciencia ya que cualquier huevo que quede vivo iniciará de nuevo la infección.
3.- Revisión: Los días siguientes hay que seguir revisando el pelo con el peine específico y repetir el tratamiento si así lo especifica el producto. Luego las revisiones se irán espaciando en el tiempo hasta convertirse en una rutina periódica de prevención.
4.- Uñas bien limpias: Es imprescindible para evitar las posibles infecciones de las pequeñas heridas que se puedan producir los niños al rascarse.
5.- Ropa: Cuando los piojos han llegado a nuestra casa el contagio entre familiares es muy probable así que hay que utilizar una toalla individual para el cabello y lavar con agua caliente las sábanas, almohadas, cojines o fundas del sofá. Es una tarea engorrosa pero muy importante para no tener que repetir todo el proceso unos días después. Además, esos días tenemos que procurar que los niños duerman solos porque aunque el contagio a los adultos es menos probable, nadie está libre de sufrirlos.
6.- Paciencia: Perder los nervios no hará huir a los piojos así que si han entrado en nuestra casa sólo queda seguir las rutinas recomendadas con paciencia y no hacer sentir mal al niño.
7.- Avisar al colegio: Los piojos no son síntoma de falta de higiene. Se trata de un parásito que vive en los humanos y que siempre buscará un modo para sobrevivir por lo que no debe ocultarse. De hecho debemos avisar al colegio para que pueda poner en alerta al resto de los niños que revisen sus cabezas y así terminar con la plaga lo antes posible y procurar que el niño no vaya al colegio hasta que no esté desparasitado.